Javier Barbado. Madrid
El gerente del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, César Pascual, ha revelado a Publicación Médica de Cardiología su intención de implantar, a lo largo de los próximos dos años, dos áreas de gestión clínica que faciliten la asistencia al enfermo y unifiquen conocimientos médico-científicos: una que englobe cuanto se relaciona con el corazón (cardiología, cirugía cardiaca, cuidados clínicos…) y otra dirigida a la gastroenterología y que se inspiraría en el extinto Instituto de Patología Digestiva. De todos modos, contempló ambos proyectos como planes provisionales, que requieren de un cambio cultural en la manera de trabajar y que, además, se encuentran condicionados a que concluyan las obras de ampliación del centro.
Hospital Marqués de Valdecilla de Santander.
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Según Pascual, esta clase de unidades logran “que sea la organización la que se adapte al paciente y no al contrario”, cosa que a menudo sucede en la organización tradicional por servicios médicos. Además, se persigue con ellas “mejor funcionamiento y más eficiencia, la calidad asistencial y la optimización de los recursos disponibles”. Asimismo, el máximo responsable del centro más relevante, por tamaño y competencias, de la comunidad autónoma cántabra, no descarta que, con el tiempo, las unidades extiendan su campo de acción más allá del hospital “en la línea de colaboración con otros centros que está siendo extraordinaria” y que incluye la futura creación de servicios centrales compartidos y una central de compras común.
Con relación al Instituto de Formación e Investigación Marqués de Valdecilla (Ifimav), Pascual recordó que, desde su incorporación a la gerencia del hospital, se ha logrado dotarlo de personalidad jurídica propia (antes estaba constituido como fundación) con el fin de poder enlazarlo con el Instituto de Salud Carlos III, lo que revertiría en una financiación más consistente. “En todo caso, el Ifimav no ha sufrido recortes porque se trata de un instituto potente”, aseguró.
Plan de Estabilidad
Con relación al Plan de Estabilidad aprobado el pasado jueves por el Ejecutivo autonómico, lo que impacta de manera más clara y directa en los profesionales del Marqués de Valdecilla (como en los de los otros hospitales cántabros) es la ampliación de la jornada laboral de 35 a 37,5 horas y, de momento, la continuidad de la jubilación forzosa a los 65 años (salvo casos excepcionales sujetos a condiciones especiales –por ejemplo, cirujanos oncólogos para los que no haya reemplazo inmediato –). En cambio, la deuda acumulada por el Servicio Cántabro de Salud en capítulos como el farmacéutico, no solo no afectan al balance de cuentas del hospital que dirige Pascual, “sino que nos van a beneficiar porque se ha aprobado una ley para pagar la deuda sanitaria, y, en el centro, no hay recorte del gasto sanitario ni del farmacéutico, aunque sí medidas de contención”.
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